Las anfetaminas son estimulantes del sistema nervioso
central. Su principal acción es sobre los sistemas neurotransmisores de
dopamina y norefedrina, cuya producción aumenta. Las anfetaminas pueden
favorecer la liberación de dopamina, bloquear la recaptación de dopamina,
inhibir el almacenamiento de dopamina en las vesículas y la destrucción de
dopamina por enzimas.
Las anfetaminas son drogas estimulantes. Provocan que la
comunicación entre el cerebro y el cuerpo se acelere. Como resultado, usted
está más alerta y físicamente activo. Algunas personas utilizan anfetaminas para
mantenerse despiertas en el trabajo o para estudiar para un examen. Otras las
utilizan para mejorar su desempeño deportivo.
Las anfetaminas también provocan que el cerebro libere
dopamina. La dopamina es un químico relacionado con el estado de ánimo, el
pensamiento y el movimiento. También es conocida como el químico cerebral
ligado a sentirse bien. Por lo tanto el usar anfetaminas puede causar efectos
placenteros como:
Alegría (euforia, o flash o rush) y disminución de las
inhibiciones, parecido a estar ebrio
La sensación de que los pensamientos son extremadamente
claros
Sensación de estar más en control, seguro de sí mismo
Ganas de convivir y hablar con la gente (más sociable)
Aumento de energía
La rapidez con la que usted siente los efectos de las anfetaminas
depende de la manera en la que las consuma:
Fumadas o inyectadas en una vena (disparada): Los efectos
(el rush) comienzan de inmediato, son intensos y duran algunos minutos.
Inhaladas: Los efectos (la sensación de
"ligereza") tardan de 3 a 5 minutos, son menos intensos que cuando se
fuma o se inyecta, y duran de 15 a 30 minutos.
Tomadas por vía oral: Los efectos (la sensación de
"ligereza") tarda de 15 a 20 minutos y duran más que fumadas,
inyectadas o inhaladas según la cantidad ingerida.
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