jueves, 3 de noviembre de 2016

ANFETAMINAS Y EL SISTEMA NERVIOSO

Las anfetaminas son estimulantes del sistema nervioso central. Su principal acción es sobre los sistemas neurotransmisores de dopamina y norefedrina, cuya producción aumenta. Las anfetaminas pueden favorecer la liberación de dopamina, bloquear la recaptación de dopamina, inhibir el almacenamiento de dopamina en las vesículas y la destrucción de dopamina por enzimas.
Las anfetaminas son drogas estimulantes. Provocan que la comunicación entre el cerebro y el cuerpo se acelere. Como resultado, usted está más alerta y físicamente activo. Algunas personas utilizan anfetaminas para mantenerse despiertas en el trabajo o para estudiar para un examen. Otras las utilizan para mejorar su desempeño deportivo.

Las anfetaminas también provocan que el cerebro libere dopamina. La dopamina es un químico relacionado con el estado de ánimo, el pensamiento y el movimiento. También es conocida como el químico cerebral ligado a sentirse bien. Por lo tanto el usar anfetaminas puede causar efectos placenteros como:

Alegría (euforia, o flash o rush) y disminución de las inhibiciones, parecido a estar ebrio
La sensación de que los pensamientos son extremadamente claros
Sensación de estar más en control, seguro de sí mismo
Ganas de convivir y hablar con la gente (más sociable)
Aumento de energía
La rapidez con la que usted siente los efectos de las anfetaminas depende de la manera en la que las consuma:

Fumadas o inyectadas en una vena (disparada): Los efectos (el rush) comienzan de inmediato, son intensos y duran algunos minutos.
Inhaladas: Los efectos (la sensación de "ligereza") tardan de 3 a 5 minutos, son menos intensos que cuando se fuma o se inyecta, y duran de 15 a 30 minutos.

Tomadas por vía oral: Los efectos (la sensación de "ligereza") tarda de 15 a 20 minutos y duran más que fumadas, inyectadas o inhaladas según la cantidad ingerida.

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